domingo, 20 de diciembre de 2015



La importancia de las tecnologías de la información y comunicación para la agricultura y ganadería, a primera vista, junto con las escasas estadísticas sobre el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en el sector agropecuario indican un rezago en comparación con otros sectores productivos.

En Chile, solo 6% de los agricultores y trabajadores calificados agropecuarios había utilizado Internet en 2006, siendo las operaciones bancarias el uso productivo principal. Las zonas rurales tienden a tener bajos niveles de conectividad a Internet y los productores no reportan el uso de las TIC en sus labores. Sin embargo, la penetración de los teléfonos celulares viene creciendo sostenidamente en el sector agrícola y en las zonas rurales.

La creciente presencia de las TIC en las cadenas agroalimentarias tiende a generar automatización y eficiencia: ya bien en el uso de las maquinarias y equipamientos, ya bien en el conocimiento de los campos, para facilitar la productividad de los lotes a cultivar.

Su objetivo principal en la agricultura es apoyar la mejora de procesos y productos, junto a la intermediación de las personas que desarrollan y operan.

La tecnología puede estar al alcance de todos, pero es necesario tener la educación adecuada para poder utilizarla, sin olvidar las capacidades de las personas.

La Ing. Agr. Olga Garcia Araya, Coordinadora de Cursos a Distancia de Agroconsultora Plus, organización dedicada a la educación en modalidad E-learning, sostiene que:
"En la Argentina, los pequeños agricultores desarrollan mayormente una agricultura de subsistencia. Es necesario reconocer que, entre ellos, son muy pocos los que pueden acceder a una computadora o a Internet".

En esta misma línea de pensamiento, Rolando Pacheco, Coordinador de Sistemas y Tecnologías de Información y Comunicación (unidad que pertenece al Programa de Energía y Servicios Básicos de Perú) afirma que es "importante fomentar el aprendizaje para su manejo y entendimiento".

Produciendo buenos resultados en el buen uso de las TIC.
Hoy en día el uso de las TIC incide positivamente en la competitividad de las cadenas agroalimentarias, en tanto reduce los costos de producción, cuando por medio de su utilización, se ahorran recursos.

El impacto se puede notar directamente en el precio de los productos logrados, es decir, el uso de software facilita la ejecución de operaciones y organizan los controles de los costos de transporte y de transacción.
Debido a que la utilización de estas herramientas reduce costos y mejora los márgenes de ganancias, se considera que el impacto es sumamente positivo, ya que no sólo agiliza el traspaso de información sino también el estado de los productos competidores y sustitutos.

Aspectos negativos de las TIC en el sector agricola.

Quizás en algunos sectores se las perciba como algo nuevo, extraño y negativo o a lo sumo se darán en forma indirecta. a mi criterio diria que no hay como tales aspectos negativos en la implementacion de las TIC en el sector. Si se les explica o sensibiliza a los diversos actores sobre el uso de estos instrumentos se disminuiría esa percepción, en la medida que comprueben los beneficios e impactos positivos de su implementación.

Al hablar los impactos negativos indirectos, se habla de principalmente de tres cosas que se relacionan con una estrategia de marketing y publicidad que pueden ser: páginas Web desactualizadas o con errores, uso de aplicaciones en línea para Servicio al Cliente que demoran en sus respuestas y el envío de publicidad masiva por correo electrónico, que se puede interpretar como spam.





Avances en la incorporacion de las TIC al sector agricola.

Los avances realizados en los últimos tres años por el Ministerio de Agricultura, para incorporar las Tecnologías de Información y Comunicación en el sector agrícola, fueron analizados en un seminario internacional organizado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

Rodrigo Vega, Director Ejecutivo de FIA indicó que "superar la pobreza digital de las zonas rurales constituye un desafío urgente. Las TIC pueden efectivamente contribuir al aumento de la competitividad en los procesos, agregando valor a los productos y potenciando una oferta exportable de calidad. La información mejora los sistemas de gestión, influye en la toma de decisiones de las empresas y repercute en los costos y manejo de los riesgos". En este sentido agregó, "FIA está apoyando diversas iniciativas para reducir la brecha digital en el mundo rural, facilitando la incorporación de las TIC principalmente en la pequeña agricultura".




Entre los logros destacados por el Subsecretario de la cartera, Reinaldo Ruiz, están el plan para conectar a Internet, en conjunto con la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), 1.400 localidades rurales prioritarias. Esta iniciativa se ha complementado con el estímulo y la puesta en marcha de redes de conectividad inalámbrica que constituyen soluciones comunitarias con ventajas no sólo técnicas sino también sociales y organizacionales.

Vega agregó que "la Fundación para la Innovación Agraria está apoyando diversas iniciativas para reducir la brecha digital en el mundo rural, facilitando la incorporación de las TIC, principalmente en la pequeña agricultura".

También en el seminario participaron, entre otros conferencistas, Alfredo Echegaray, especialista sectorial en Competitividad y Tecnología del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Marcelo Lasagna, gerente Sector Público de Catenaria, España; Heloisa Schneider, Oficial Asuntos Económicos, Unidad Agrícola, de la Cepal; y Cassia Mendes, supervisora de Comunicación y Negocios de Embrapa Informática Agropecuaria de Brasil.

La oportunidad de una mejora continúa.


"Las herramientas y procesos facilitados por las TICs ofrecen la oportunidad de mejorar la eficiencia y eficacia de las cadenas de valor de los productos agrícolas", sostiene Pachecho.

Es decir, introducir estos instrumentos es una medida necesaria que contribuye a mejorar los productos y sus características. Ejemplo de esto son los casos de la Argentina y Brasil que lideran la adopción de agricultura de precisión en Sudamérica, ya que se considera estratégico el desarrollo de la tecnología de alta complejidad para lograr la competitividad en el complejo mundo agroindustral.

Pero el uso dependerá también del conocimiento y de la inversión. "Se puede trabajar con tics sin hacer inversiones, dado que esto va acompañado del sistema de contratistas que posee nuestro país. Éste, puede hacer invierte indirectamente dado que compra la maquinaria y el productor la aprovecha", asevera Méndez.

Habría que apostar a soluciones prácticas que resuelvan el problema concreto. "El gran papel de ofrecer conectividad y desarrollar grandes sistemas complejos corresponde al Estado y a las empresas que manejan grandes volúmenes, donde las mejoras, justifican la inversión, concluye Pacheco


TIC en las cadenas agroalimentarias.

Las más usadas son internet y teléfonos celulares:

Por Internet podemos acceder a diversas páginas web de organismos públicos y privados que proporcionan información sobre:
  • - Producción (área cosechada, toneladas producidas, principales países y zonas de cultivos, precios en chacra, etc.).
  • - Comercialización (principales destinos de las exportaciones, origen de las importaciones, precios internacionales, tendencias, etc.).
  • - Fichas técnicas de cultivos (variedades, climas más adecuados, fertilización, manejo de plagas, etc.).
  • - Servicios conexos (buenas prácticas agrícolas, financiamiento, certificaciones, trámites, etc.)

  • En cuanto a los celulares podemos encontrar:
  • - Envío de precios diarios a través de mensajes de texto (sms), lo que permite a los productores poder negociar los precios de sus operaciones.
  • - Utilización de smartphones para el registro de datos sobre cosechas y manejo de recursos hídricos.

En nuestro entorno, la agricultura tradicional no ha sido objeto de grandes transformaciones, sigue siendo un sector atrasado, de renta baja y poca generación de empleo de calidad.
¿Cómo las TIC complementan la agricultura de precisión?


En la agricultura tradicional se parte de la premisa de la "homogeneidad" a todo nivel: procesos de preparación de terreno, control fitosanitario, siembra y cosecha. Sin embargo, la realidad es que los costos de producción de los cultivos, así como sus rendimientos dependen de las características específicas de variación temporales de las plantas, los suelos y los microclimas, a lo largo de las diferentes zonas espaciales del terreno.

Típicamente, el agricultor empieza por inferir la homogeneidad del terreno a partir de muestreos localizados realizados en lugares representativos, los datos así obtenidos son analizados y promediados de acuerdo a variables pre-establecidas y sus resultados determinan decisiones en la ejecución de las labores culturales (procesos de adecuación del terreno, siembra, mantenimiento fitosanitario y cosecha). En cambio, la agricultura de precisión, a partir de un muestreo intensivo y más detallado, determina la variabilidad espacial del terreno basado también en el monitoreo del rendimiento en cada sector del terreno. Tal forma de proceder, con la ayuda de la tecnología aumenta significativamente la competitividad del sector agrícola, al combinar la reducción de costos, aumentar productividad, mejorar la calidad y posibilitar un adecuado manejo ambiental de los cultivos.

Ante una población mundial creciente que necesita alimentarse y ante el hecho que Colombia es un país con condiciones naturales y privilegiadas para las actividades agrícolas, y de los pocos países que cuentan con áreas disponible para cultivar. Deberíamos, como país y sociedad, promover una mirada renovadora sobre el sector. Como por ejemplo que se apoye en tecnologías y conocimiento, para convertir al campo nuevamente en una oportunidad para empresarios competitivos en exigentes mercados mundiales, involucrando conocimiento y tecnología en estas actividades y generando empleos de calidad y alternativas de desarrollo trascendentes para los jóvenes y profesionales en el territorio.

Empezar a abordar la agricultura de precisión, implica al menos considerar tres etapas: toma de datos a nivel intensivo de las variables de suelo, cultivo y microclima; el procesamiento de dicha información y por último, aplicación de respuestas adecuadas en cada labor del proceso productivo agrícola. Esto indica que aunque este enfoque no es en sí una tecnología, sí se apoya en esta para lograr sus fines mediante diversos componentes tecnológicos como: sensores de percepción remota (directos e indirectos), sistema de posicionamiento global GNSS (GPS), sistemas de información geográfica (SIG), tecnologías de aplicación de tasas diferenciadas (mecatrónica, electromecánica) y por supuesto, de las TIC.

En la primera etapa, es decir, en la toma de datos a nivel intensivo, se utilizan ampliamente las TIC en el monitoreo de parámetros característicos del suelo, el cultivo, plagas, microclima, entre otros. Pero igualmente, se empiezan a generar datos sobre el rendimiento espacial y temporal del cultivo; incluyendo nuevas técnicas de muestreo donde los sensores y la transmisión de la información en tiempo real es de gran relevancia.

En la segunda etapa, en el procesamiento y análisis de la información son fundamentales los Sistemas de Información Geográfica (SIG), el software de procesamiento, los equipos móviles de registro y comunicación, los sistemas de soporte a las decisiones, los modelos de simulación y los métodos de evaluación geoestadística.

Finalmente, en la aplicación de respuestas en las diferentes labores del proceso agrícola, son importantes las Tecnologías de Aplicación Diferenciado de Dosis Variable (TDV) que actúan específicamente de acuerdo al sitio y requerimiento, entre ellas están: la fertilización, el control de malezas, insectos y enfermedades, mediante tasas variadas de agroinsumos y dosificación de semilla de acuerdo al potencial productivo particular de cada sitio en el terreno.

Con la implementación de esta concepción metodológica, el agroempresario es más competitivo al aumentar la eficiencia y la productividad, puede cumplir con las exigencias ambientales y de inocuidad en un marco sostenible, tiene facilidades para realizar la trazabilidad de sus productos cumpliendo con los requerimientos de los mercados más exigentes, mejora los indicadores económicos y optimiza las exigencias técnicas de cada cultivo.

La agricultura de precisión puede implementarse en cualquier cultivo y labor, siempre y cuando exista variabilidad espacial, sin importar la zona del país ni la escala de la producción. Se puede adaptar a las especificidades de cada sistema productivo: ambiente, clima, suelo, topografía material genético y sistema de gestión. Por esta razón, un número considerable de agroempresarios en Colombia se están beneficiando con su implementación: productores de caña de azúcar, banano, palma de aceite, maíz, soya y algunos frutales entre otros. Por tal motivo, se debe realizar un proceso de concienciación para todos los actores involucrados en la producción agropecuaria y generalizar su uso en todos los cultivos.